miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Playa o montaña?

Aqui os traigo después de bastante tiempo sin pasarme, lo siento pero mi tiempo libre para escribir es una mera quimera hoy en día T_T. Esto es lo último que he hecho y lo hice sin "muchas ganas" perooo algo es algo ^^, espero que os guste.

PD1: Gracias Tses o Tses 2 por el dibu!!!!!!! *O*
PD2: Es Homoerótico.


¿Playa o montaña?

- Uff, ¿Ya es de día? – dijo Peter escondiendo su cara en la almohada.

Le gustaba el verano y el sol, pero odiaba que le diera en la cara por las mañanas, despertándolo y recordándole que debe levantarse. Sabía que había sido Josh el causante de aquello. Cuando se quedaba en su casa siempre abría las cortinas de su habitación cuando se levantaba, a pesar de haberle dicho mil veces que no lo hiciera.

Josh lo escuchó desde la escalera, sabía que odiaba despertarse con el sol en la cara, pero a él le divertía escucharlo “enfadado” y a Peter, que no le hicieran caso, o como él decía, que no escuchasen y acatasen sus “recomendaciones”, le molestaba. Había abierto las cortinas nada más levantarse y había bajado a preparar el desayuno, hoy quería ir a la playa y necesitaba ganarse a Peter, ya que no le hacía mucha gracia ir.

- Buenos días – dijo al entrar al cuarto -. He preparado el desayuno con lo que he encontrado por la cocina. Debes hacer la compra, por cierto.
- Pero si tenía la nevera llena – refunfuñó Peter contra la almohada.
- Sí, pero ya está vacía.

Iba hablando mientras se acercaba a la cama y le observaba, estaba incrustado contra la almohada intentando escapar del brillante sol, ocultando su cara dejando a la vista solamente el lado derecho de su rostro. Su cuerpo estaba desnudo, cubierto por la sábana a la altura de la cadera, dejando a la vista su amplia espalda, con el tatuaje que le cubría su hombro derecho y algo del omóplato, y los hoyuelos que se le formaban al final de esta. Aunque su mitad inferior estuviese cubierta, la sábana marcaba cada curva de sus piernas y la forma perfecta de su trasero. Cada vez que lo miraba, Josh sentía su cuerpo acelerarse, aún estaban en la fase de calentura, llevaban poco tiempo juntos, y cada vez que podían se veían, pero no para hablar precisamente, Peter siempre era el que comenzaba, pero Josh nunca se quejaría.

***************


*********************************


- Venga perezoso, que hoy hace un día maravilloso, no lo desperdicies en la cama.
- Existen formas muy amenas de pasar el rato en la cama – dijo Peter al ponerse de lado y mirar a Josh -. Si quieres puedo enseñarte como, aunque por tu sonrojo creo que ya lo sabes...
- Hazme sitio, que quiero desayunar – que Peter fuese tan abierto en esos temas aún lo ponía nervioso

Peter se sentó contra el cabecero de la cama dejándole un sitio minúsculo, obligándole prácticamente a sentarse encima suyo.

- Creo que tienes más sitio en la cama – le dijo.
- Sí, pero creo que me gustará mucho más este sitio - contestó Peter dando una palmadita sobre la cama para que se sentara.
Sonriendo, Josh se sentó y empezó a enseñar lo que había preparado para el desayuno.
- Espero que te guste lo que he hecho...
- ¿Te puedo preguntar algo? – asintió - ¿Qué es lo que quieres? – Josh se atragantó con el zumo que estaba bebiendo.
- Contigo es imposible disimular, ¿no? –suspiró a la vez que se limpiaba los restos de zumo de la barbilla -. Me gustaría ir a la playa, sé que no te gusta, pero hace un día tan bueno para ir, y bueno... no tenemos nada que hacer hoy, así que pensé que...
- No es que no me guste sin más, ya sabes cómo se me pone la piel por la arena. Aún recuerdo la primera vez que me obligaste a ir…
- Pero después te cuidé, o ¿eso no lo recuerdas?
- Cómo olvidar la forma en que me lamiste la…
- ¡Ya! No hace falta que lo digas, veo que lo recuerdas – le dijo dándole un manotazo en su pecho desnudo.
- Jaja, así todo tienes razón, hace un día muy bueno para malgastarlo en casa. Podemos ir al río que cruza por aquí cerca, podrás bañarte y yo me libraré de la arena – contestó sonriendo y frotándose donde Josh le había golpeado.
- ¡Genial! entonces levántate para irnos ya – Josh se incorporó con la bandeja en las manos, pero Peter se la arrebató.
- De eso nada.
- ¡Peter no!

Peter arrojó los restos del desayuno y la bandeja al suelo, sin preocuparse en que mancharía todo, apresándolo contra la cama, sujetando sus muñecas y aplastando su cuerpo contra el suyo.

- Antes necesito un aliciente para salir de la cama – le susurró al oído, mordiendole el lóbulo de la oreja.
- Peter… déjame limpiar…lo… hmmm

Ignorando a Josh, la boca de Peter descendió por el costado de su cuello lamiéndolo y dando pequeños mordiscos que erizaban la piel de Josh y endurecía su cuerpo.

- Luego limpiaremos. Ahora… - le dijo antes de robarle un beso.

Josh tenía claro que esa batalla la tenía perdida, no era capaz de resistirse a las caricias que Peter le daba cuando quería algo más que su compañía. Ahora la boca de Peter acribillaba la suya, robándole el aliento, arrebatándole la razón. Su cuerpo no tardó en encenderse, arqueándose contra el de Peter, buscando el contacto. Sus torsos desnudos entraron en contacto, recibiendo descargas de pasión. Las manos de Josh seguían sujetas por las de Peter, luchando por soltarse para acariciarlo y cerrar el círculo. Peter soltó su boca para mirarle a los ojos y de seguido a las manos, había sentido su tirón intentando soltarse, y ahora tenía una idea.

- No te muevas – le dijo y salió de la habitación hacia el vestidor. Josh no se movió, pero no por la orden si no por la situación.

Peter estaba hace un momento besándole y enloqueciéndolos y de repente… Josh se quedó sin respiración.

- ¿Para qué es esa corbata?
- Creo que ya lo sabes, por la forma en que te has tensado – le sonrió acercándose a él.
- Ni se te ocurra…
- Oh, vamos - Peter se cernió de nuevo sobre Josh -. Siempre te quejas, pero siempre haces lo que yo quiero - besándolo con fuerza lo atrapó contra las almohadas y ató sus manos en el cabecero de la cama -. ¿Ves? Lo que yo decía.
- ¿No estarás hablando en serio? – Josh lo miraba con los ojos abiertos al máximo -. No creo que sea justo solamente te he pedido ir a la playa – dijo intentando soltarse.
- Cuanto más tires más fuerte se atará. Y sí, deberás ser el sacrificio para que salgamos de casa.

Josh dejó de protestar, pero no porque los argumentos de Peter le convencieran, si no porque una de sus manos se cerró con fuerza sobre su miembro, logrando lo que Peter quería, cortar cualquier “protesta” y empezar a jugar en serio. Ahora acariciaba su fuerte erección a través del áspero tejido de los vaqueros mientras que la otra mano sujetaba su nuca para besarlo con más fuerza.

Sus labios se separaron, arrancando un gemido de protesta por parte de Josh. Peter lamió sus labios entreabiertos, la línea de su barbilla terminando en su oreja, donde jugó con el lóbulo hasta conseguir la respuesta de Josh por la caricia. Sus manos ya estaban unidas, buscando la forma de librarse de los vaqueros y tenerlo entero para él. Sentir la tela del vaquero contra su piel desnuda estaba haciendo estragos en Peter, pero estaba dispuesto a eso y más con tal de tener a Josh a su disposición.

Los vaqueros ya no eran problema, ahora tenía el cuerpo desnudo de su amante listo para sus atenciones. Aún le sorprendía el pequeño detalle que descubrió de Josh la primera vez que se acostaron. En su pezón derecho llevaba un piercing y que según palabras textuales de Josh, “era la locura perfecta”. Su lengua acarició ese pezón provocando que Josh gimiera y arqueara el cuerpo buscando más contacto, el piercing aumentaba la sensibilidad, y en este caso el, placer.

- Peter…

Seguía excitando su pezón con la lengua, su cuerpo rozando el de Josh, dejando que lo sintiera, que se fuese haciendo una idea de lo que pronto sentiría. Sus manos estaban buscando el complemento que Peter necesitaba.

- ¿Qué… qué buscas? – jadeó Josh.
- Ahora lo verás, o más bien, sentirás.

Al fin encontró lo que quería, hacía meses que no lo usaba, desde que había conocido a Josh, pero hoy era una ocasión especial y, además, él no sería el que lo usaría. Colocándose de rodillas entre las piernas de Josh utilizó el lubricante para embadurnar el juguete y aprovechar para untarse sus propias manos.

- Necesito que te quedes quieto – le dijo.

Josh no podía moverse, nunca había usado un juguete sexual solo, menos aún en pareja. Saber lo que Peter pensaba hacerle lo estaba volviendo loco, sentir su mano agarrándolo y guiándolo hacia el juguete le hizo levantar las caderas.

- ¿Cómo… se llama… esa cosa? - Era un tubo de silicona trasparente con pequeñas protuberancias por la superficie.
- Se llama funda masturbadora, no creo que necesites más explicaciones, ¿No?

No, la verdad es que no las necesitaba, ya empezaba a sentir lo que esa funda lograba en su cuerpo. Peter había empezado despacio para colocárselo en su miembro hasta tenerlo por completo colocado, ya entendía por qué la funda tenía esas protuberancias, Josh las sentía oprimiéndolo. Ver su miembro envuelto en esa cosa y ver y sentir la mano de Peter envolviéndolo todo era una de las escenas más eróticas que había visto.

- Relájate… - le ordenó Peter.

Josh cerró los ojos, respiró hondo y asintió mirando a los ojos a Peter que empezó a mover su mano con la funda a lo largo de su miembro. Su otra mano lo acarició desde la cadera, pasando por sus testículos hasta llegar a su objetivo. Introdujo un dedo en su cuerpo a la vez que seguía moviendo la funda por su longitud. Peter observaba el movimiento de sus manos sobre el cuerpo de su amante, tenía su cuerpo en llamas, pero ver la cara de placer de Josh tenía casi lo desarma. Había dejado de mirarle, solo se centraba en sentir el placer que estaba recibiendo, su boca estaba entre abierta dejando salir los superficiales jadeos que eran su respiración.

Su cuidado torso brillaba por el sudor y se movía acompasado con las respiraciones y el lento movimiento que Peter estaba llevando. Introdujo otro dedo más en él, preparándolo para su cuerpo, lo que ocasionó que Josh gimiera y se mordiera uno de sus brazos. Por la tensión que estaba sintiendo en sus dedos sabia que pronto Josh se correría. Tocaba realizar la estocada final.

El movimiento de su mano aumento, pasó de ser lento y largo a ser rápido y corto. Sus dedos continuaban dentro de su cuerpo, sin realizar movimiento alguno, solamente dilatándolo, quería que Josh se concentrara solamente en la sensación de la funda.

- ¡Oh!….
- Eso es… - las caderas de Josh seguían los movimientos, ya no pensaba, quería liberarse -. Josh, sigue. Siente lo que yo siento al follar tu precioso culo.

No se sabría decir si fueron las palabras las que lo hicieron caer, pero Josh se corrió con intensidad. Sus manos se cerraron sobre la corbata que mantenía sus manos unidas y sus talones se hundieron en el colchón.

Peter que sintió cómo el cuerpo de Josh se levantaba, sin dejar que se relajara de nuevo, lo giró utilizando la mano que dilataba su trasero, sacándola y usándola de palanca para conseguir la postura que quería. Josh sintió que Peter lo giraba y le ponía de espaldas a él y de frente al cabecero, donde se aferró para no caerse, todavía no estaba recuperado del orgasmo que había tenido.

Una vez en la posición que Peter deseaba continuó con la mano que lo había masturbado agarrándolo y con la otra sujetó su propio miembro para guiarlo hacia su entrada. Entró de una sola embestida uniendo su cadera contra el trasero de Josh. Los dos gimieron, ninguno se movió.

Josh se estaba volviendo loco, su cuerpo estaba cubierto de una fina capa de sudor, y sentía el calor del cuerpo de Peter contra el suyo, que se había inclinado sobre su espalda, apoyando su pecho sobre él.

- ¿Listo para el segundo asalto? – le preguntó Peter.
- ¿Segundo asal…?

La mano que aún seguía apresándolo le apretó y sus caderas comenzaron a moverse, buscando el ritmo adecuado, que no tardó en hacerse enloquecedor, Peter estaba al borde. Sus cuerpos chocaban sin descanso, Peter sujetaba con fuerza a Josh por la cadera y por su miembro que seguía tenso bajo su mano.
Los gemidos de ambos se entrelazaban, sus respiraciones enloquecidas dejaban claro que aquello acabaría pronto dejándolos a los dos exhaustos. Josh no creía posible volver a correrse, pero su cuerpo estaba tensándose de nuevo y le pedía liberarse de nuevo. Peter no aguantó mucho más, dando dos embestidas profundas alcanzó su orgasmo dentro de Josh.

Lo sintió correrse y lo escuchó gruñir. Lo que no esperaba es que Peter no se relajara después de su orgasmo sino que liberó su miembro de la funda y empezó a masturbarlo con su mano. Josh gimió por el contacto directo, derramando su semen sobre las sábanas.

Al tener sus cuerpos saciados, los dos cayeron de costado. Peter salió de su cuerpo y soltó las manos de Josh, pero no dejó que se alejara de su cuerpo, así el sueño por el esfuerzo realizado los atrapó.


Josh fue el primero en despertarse, sentía el cuerpo de Peter detrás de él y su brazo abrazándolo. Su mirada vagó por la cama que estaba desecha completamente, los restos de la corbata estaban sobre la almohada y la funda abandonada en la otra esquina de la cama.

- Vas a tener que regalarme otra – Josh se sobresaltó, no había sentido que Peter se despertaba y lo miraba, estaba apoyado sobre uno de sus brazos.
- Otra… - Josh se asustó, ¿Pretendía que le comprara otra de esas fundas? Se moriría de la vergüenza.
- Esta me la has destrozado, sí que estás fuerte, o enloquecido – dijo pasando el brazo por encima suyo y recogiendo lo que quedaba de la corbata. Josh suspiró, una corbata, quería una corbata nueva.
- Cuando quieras vamos a comprarla – le dijo besándole -. Ahora, cumple tu parte del trato.
Josh salió de la habitación metiéndose en el baño para ducharse, no se le había olvidado el trato y pensaba ir al río, allí se cobraría la revancha con Peter, lo tenía decidido.
- ¿Qué trato? – escuchó preguntar a Peter

Eso sí que no. Cogiendo uno de los vasos que tenía para enjaguarse la boca, lo llenó de agua bien fría y fue hacia el cuarto, donde Peter seguía tumbado en la cama.

- Toma, bebe un poco a ver si así lo recuerdas – Josh esperó a estar bien cerca de él y que Peter se relajara para tirarle el vaso completamente sobre el cuerpo.
- ¡Serás cabr…!

Josh huyó de nuevo al cuarto de baño encerrándose allí, no era un gran escondite, pero al menos lo evitaría en los primeros momentos.

- ¿Ya lo recordaste? – le preguntó a través de la puerta.
- Sí – contestó Peter desde detrás suyo -. ¿No recordabas la puerta del pasillo? - ¡Mierda! Pensó Josh.

Abrazándolo lo arrastró hasta el plato de ducha abrió el grifo en el agua fría y lo metió dentro.

- Así si se despierta uno.

Josh tiritaba bajo el grifo, pero no pensaba dejarlo así, agarró uno de los brazos de Peter y tiró de él hacia la ducha, ahora los dos estaban bajo el agua helada.

- Da el agua caliente, me… estoy…helando…
- Será un placer.

Y una vez regulada el agua los dos se ducharon tranquilamente… ¿O no?...

FIN...