viernes, 15 de febrero de 2013

San Valentín (Kiril&Mijaíl by Herio) - Nishta

Otro breve relato por el día de ayer y esta vez sacado de un dibujo de mi amiga Herio ha subido a su Tumblr, ayer fue un relato y de ahí una imagen... hoy, una imagen y de ahí un breve relato ^^

Espero que os guste y disfrutéis leyéndolo ^^

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"Nunca creyó posible pasar una noche de San Valentín con la persona que dueña de su corazón. Sus emociones más íntimas le decían que no fuera tan soñador, que eso nunca pasaba. 

Todas las personas acababan unidas a otras solamente por la posición o el dinero. Mijaíl es lo que buscaba, lo que necesitaba, pero ahora que había probado lo que era sentirse amado y, sobre todo, amar, no veía posible que nada más lo llenara tanto.

Había conocido a Kiril y sin él su vida perdía sentido. ¿El deber o el amor?, una pregunta que muchas veces era demasiado difícil de contestar...

Mijaíl dejó esa pregunta en su cabeza y regresó al presenté. Estaba a horcajadas sobre Kiril, los dos desnudos, disfrutando de esa intimidad fingida que les daba aquella habitación. Sentía su piel arder contra la de Kiril, cada fibra de su cuerpo sentía la piel y el ligero vello que adornaba su cuerpo.

Con una de sus manos le acarició la cara a Kiril, hasta llegar a su boca, donde éste sacó la lengua para lamerle un dedo. Esta húmeda caricia envalentonó a Mijaíl que dejó que el duro miembro de Kiril se deslizara entre sus nalgas, acariciándolo, pero sin dejar que lo penetrara.

-    Esta noche seremos solo tú y yo. El mundo de fuera deja de existir...

Mijaíl acercó su boca a la de Kiril, robándole un beso apasionado, a la vez que movía su cuerpo para dejar que Kiril guiara su erección hacia su apretado trasero. Juntos suspiraron al notar cómo Kiril entraba poco a poco en él, cómo el cuerpo de Mijaíl se amoldaba a aquella intromisión tan conocida y deseada por los dos.

Dejándose caer poco a poco lo fue aceptando, con las manos en el pecho de Kiril, Mijail fue marcando un ritmo pausado al principio, haciendo que los dos ardieran por aquel ritmo tan pausado. Kiril lo observaba suspirar, cerrar los ojos por el placer, desde su posición podía ver cómo sus cuerpos se unían, convirtiéndose en uno. Esa noche iba a hacer caso a Mijail y dejar todas las preocupaciones del exterior alejados de ellos.

Pronto, los dos estaban frenéticos, Kiril mantenía sujeto a Mijaíl por sus caderas, marcándole un ritmo más acelerado y subiendo sus caderas para provocar un encuentro más duro y placentero para los dos. Mijaíl suspiraba, con cada jadeo que se escapaba de sus labios un poco de su cordura se perdía, llevándolo cerca del éxtasis. Kiril, al verlo tan cerca comenzó a masturbarlo, acompasando los movimientos de su mano a lo largo del pene de Mijaíl con sus propias embestidas.

-    Es demasiado – lloriqueó Mijaíl antes de correrse sobre el duro estómago de Kiril.
-    Eso es... – Kiril observó cómo Mijaíl se liberaba sobre él, cómo su rostro se contraía por el placer.

Ante aquella imagen, Kiril sujetó a Mijaíl y lo tumbó sobre la cama, quedando ahora él encima. Su cuerpo le pedía acabar, y ver a Mijaíl tan al descubierto, mostrándole su placer lo había enloquecido aún más. Sin dejar apenas un segundo comenzó a bombear contra Mijaíl con fuerza, gruñendo con cada embestida.

Sus gruñidos de placer se mezclaban y se perdían con el ruido sordo de sus cuerpos al chocar. Mijaíl volvía a gemir por aquel ataque, giró la cara sobre su hombro para observar a Kiril, tan concentrado en él que lo dejó sin aliento. Apenas pestañeaba, sus ojos se clavaron en él, dejándolo atrapado en aquel color ámbar que tanto le gustaba. Kiril acabó dentro del cuerpo de Mijaíl con una última embestida que los desplazó a ambos, con una fuerza inusitada en él.

-    Kiril... – susurró Mijaíl.
-    No digas nada.

Jadeando, Kiril le besó ligeramente en los labios, tranquilizándose a sí mismo con ese gesto. Se tumbó al lado de Mijaíl, haciendo que la espalda de este encajara perfectamente contra su cuerpo, sin dejar un espacio libre del contacto de su piel. Y así, los dos abrazados, dejaron que la noche de ese día tan especial para cualquier enamorado, San Valentín, les marcara a ambos con la promesa de haber encontrado a su alma gemela, a pesar de que ninguno tenía esa esperanza en su futuro...

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